archivo

Online & Mobile

Vale. Lo tengo. Os traigo un bombazo que creo que os va a gustar. Mucho.

Os voy a poner en antecedentes con una situación súper cotidiana: vais en el metro, camino del trabajo, y utilizáis ese rato de tiempo ‘muerto’ en echar un vistazo a vuestro móvil. Revisáis vuestro perfil de Facebook, vuestro timeline de Twitter, contestáis a unos cuantos WhatsApp desatendidos o le echáis una ojeada a la home de vuestro periódico preferido. En el transcurso de todas esas cosas, y en la mayor parte de los soportes por los que os encontráis navegando, a no ser que seáis tan maquiavélicos como para tener desactivada la publi, se os cuelan miles de impactos publicitarios de marcas de todo tipo. Os interesen o no.

Banners de todas las formas, colores, tamaños y sabores compiten los unos con los otros para tratar de ganar tu atención y, si es posible, tu click. Es más, hay veces que te sientes objeto de cierta manía persecutoria: ¿por qué esos zapatos marrones de tacón que estuve cotilleando hace algunos días y que finalmente descarté comprar porque no se ajustaban a mis necesidades, o a mi presupuesto, o a las dos cosas, me persiguen día tras día, navegue por donde navegue, sin desistir en su empeño? ¿Por qué si en este momento no me interesa en absoluto ver publicidad de ninguna marca, o de esa marca en concreto que tanto me repatea, no paran de acosarme con sus anuncios? En ocasiones, hasta llega a cabrear, sobre todo cuando el dichoso banner te ocupa la totalidad de la pantalla, tapando el contenido que en realidad sí que te interesa, y no hay manera ni de quitarlo ni de minimizarlo, porque por más que intentas ampliar la pantalla y atinar en la dichosa aspa de cierre, no atinas. Es más, haces click sin querer en alguna parte y se abre otra publi más grande o, peor, te saca de la página y te abre otra distinta.

AAAAAAARRRRRRRGGGGGGG!!!

¿A qué os sentís identificados con esta situación que os he contado? Seguro que os ha pasado más de una vez y de dos.

Bien. Pues no puedo aseguraros que esto no vuelva a pasaros más. Ya lo siento. Pero sí que puedo daros una alternativa que, por primera vez , piensa en el usuario, en sus gustos, en sus preferencias y, sobre todo, le pide permiso sobre su disponibilidad antes de servirle una publicidad.

Es más, no es que le pida permiso, es que deja que sea el usuario el que tome la iniciativa y el que decida cuándo quiere ver publi online, qué publi quiere ver y cuánto tiempo dispone para ello. Y eso no es lo mejor. Lo mejor es que, por cada publi visualizada – conforme a unos criterios que os cuento más adelante – recompensa al usuario ingresándole saldo en una especie de wallet virtual.Y es ese saldo se transformará en dinerito contante y sonante que cada usuario podrá transferir a su cuenta corriente. Como lo oís.

Y ahora, si no me he equivocado con el interés y expectación que creo que este notición puede produciros, querréis que os cuente con todo detalle cómo se llama esta alternativa y cómo podéis acceder a ella. Es un proceso fácil, sencillo y alcance de cualquiera que tenga un móvil…Con sistema Android, por el momento.

Se trata de Fairtime, la primera app que permite a los usuarios vender su tiempo libre sobrante a cambio de dinero, o, si tienes un espíritu generoso y altruista, puedes donar tus ganancias a un proyecto solidario, haciendo una especie de micro-voluntariado desde tu smartphone.

Fairtime_logo

¿Que necesitas para ello? Lo primero, lo evidente: un móvil con conexión a Internet. Lo segundo, entrar en Google Play y descargarte Fairtime. Se prevee que esté disponible para IOS antes del mes de junio. No preocuparse, que yo os avisaré en cuanto tenga noticia de ello. Mientras tanto, solo podrán disfrutar de ella los usuarios de Android.

Bien, continúo. Descárgatela y rellena el formulario (algo extenso pero muy sencillo) que te aparecerá inmediatamente. Pero ojo, no lo percibas como el típico formulario coñazo e inútil. Todo lo contrario: gracias a este formulario, podrás decir cómo eres y qué te gusta, y eso servirá para crearte un perfil y que te ofrezcan la publi que más se ajuste a él, de manera que ni tú pierdas el tiempo en atender anuncios que ni te van ni te vienen, ni las marcas anunciantes pierdan tiempo ni dinero en ofertarse a usuarios para los que no son ni van a ser relevantes. En este paso se te dará también la opción de que vincules una cuenta bancaria en la que se te ingresará el dinero correspondiente. No hace falta que lo hagas en ese momento si no quieres. Una vez que hayas acumulado 10€, tendrás la opción de ordenar una transferencia a tu cuenta. Sin más. Así de fácil.

Formulario relleno, el siguiente paso que se te pedirá es que señales cuánto tiempo disponible tienes: 3 min, 5 min o 10 min. También podrás especificar, si lo deseas, si te interesa algo en concreto. Una vez hecho esto, la app te presentará una lista de marcas con contenidos que son afines a tus intereses, con un breve resumen descriptivo y el precio que están dispuestos a pagarte por interactuar con él.

Tú escoges entonces el contenido que te interesa y comienza la experiencia: visualizarás un vídeo breve donde la marca te hará una oferta relevante y de valor. Después de ese vídeo, te aparecerá un segundo cuestionario, esta vez escueto, donde será la marca la que se dirija a ti para hacerte una serie de preguntas, seguramente relacionadas con lo que acabas de ver, o para pedirte alguna opinión adicional, recomendación o similar.

Es necesario que completes estos dos pasos -visionado íntegro del vídeo y respuesta al cuestionario- para que se considere que has cumplido con tu parte y se proceda a hacerte el ingreso. Fin, así de fácil. Existe la posibilidad de que, después de este punto, la marca te ofrezca algo más, pero:

1. No será obligatorio que lo cumplas para recibir el pago. Recuerda, solo se te exige el visionado del vídeo y la respuesta al cuestionario. El resto depende solo de ti y es tu elección. Sin trampa ni cartón.

2. Si aceptas, el primer contacto de la marca contigo será siempre a través de la app, en el buzón de correo que tendrás asociado a tu perfil. Ni correos electrónicos a tu email personal, ni llamadas de teléfono ni ninguna otra intromisión en tu vida. Y esto es muy importante, porque todos los datos que declares dentro de la app, tanto en el cuestionario de configuración de la cuenta como en los de las marcas, son anónimos y no recogen tus datos personales. Son únicamente para cualificar la base de datos y asegurar que la experiencia es satisfactoria para todos. Si resulta que la oferta posterior que te hace la marca te interesa, irás a su web y ya interactuarás con ella. En ese punto, ya fuera de Fairtime, las reglas vuelven a ser las habituales y si decides proporcionar a la marca tus datos de contacto, contactarán contigo por las vías tradicionales, con nombre y apellidos. Pero, insisto, esto será ya a tu elección y bajo tu consentimiento.

Dicho esto, y si también sois tan maquiavélicos como para pensar que podéis pasaros el día viendo publi y llenando la buchaca, jubilaros y dedicaros a sacar pasta con esto, frenad. La app tiene un sistema antifraude que limita la visualización de anuncios por el mismo usuario en el día y otra serie de controles varios que tratarán de evitar que cualquier intención de uso maligna o que contradiga el foco principal de este proyecto se salga con la suya.

Y para redondear la jugada, e impulsar el lanzamiento y la nueva experiencia, Fairtime sorteará un Samsung S6 Edge entre las mil primeras personas que emitan una valoración de la app en la PlayStore.

En resumen, buen contenido, retribución por tu tiempo libre y la posibilidad de ganar un smartphone de última generación. ¿Suena bien, no?

Ya solo me queda deciros que podéis bajaros Fairtime aquí o, si aún no estáis muy convencidos y necesitáis informaros un poco más sobre de qué va la historia, podéis bichear en la web, haciendo click aquí.

Según termino de escribir estas líneas, voy camino del trabajo, en el metro. Os dejo, porque quiero probar Fairtime por primera vez y, ya de paso, sacarme algún dinerillo. Feliz miércoles a todos.

IMG_0751